Desde el Instituto Santa Marta de Curicó se realizó el viernes 23 de abril a las 19:00 horas una Misa por todos nuestros hermanos que han partido a la casa del Señor a causa del Covid-19.

Organizada por la parroquia San José, el santuario El Carmen, iglesia La Merced y el Instituto Santa Marta de Curicó, se llevó a cabo esta Eucaristía donde previamente se les solicitó a los fieles a través de redes sociales y Whatsapp inscribir y enviar una fotografía de sus familiares, amigos o conocidos que ya no están con nosotros y que en muchos casos no se les pudo dar una despedida con un funeral adecuado.

La Misa estuvo presidida por el padre Rodrigo Arriagada Mora, Vicario de Curicó, y al inicio de la misma se mostraron las fotografías de nuestros hermanos difuntos en un video en honor a ellos, posteriormente se encendió el Cirio Pascual y se invitó a todas las personas que seguían la transmisión por redes sociales a encender una vela desde sus hogares.

Realizadas las lecturas del día, el Vicario expresó en su homilía que esta celebración fue preparada con mucho cariño en medio de este tiempo Pascual, tiempo de la resurrección, tiempo del paso de la muerte a la vida eterna.

Un mensaje de esperanza
“Hemos querido preparar con mucho cariño y también con mucha esperanza el regalo de esta celebración eucarística, tiene hoy día una connotación especial, tiene hoy día para nosotros un acento sobre todo en el regalo de la vida eterna. Y es por eso que hemos querido recordar a nuestros familiares, amigos que han partido a causa de esta pandemia; sin duda que son muchos más de los que aquí hemos logrado nombrar, sé que son muchos más los que ustedes también han sentido y han experimentado la partida de cada uno de ellos. Sin embargo, hoy día nuestra palabra, nuestro mensaje, es un mensaje de esperanza, de vida eterna y también un mensaje de consuelo, Dios está con nosotros”.

Así mismo, el padre Rodrigo Arriagada indicó que la muerte siempre para nosotros significa dureza, y en estos tiempos despedir a un ser querido se hace más duro por la distancia, la soledad que hay que mantener, pero la palabra de Dios sigue entrando con fuerza para fortalecer nuestros corazones.

“No pierdan la paz es la palabra de Jesús, no se inquieten dicen otras traducciones, es lo que hoy día el Señor Jesús nos quiere decir a todos nosotros. Estamos en sus manos, estamos en su amor, estamos en el regalo de la vida eterna, este tiempo Pascual cala con profundidad en nuestros corazones para animarnos y fortalecernos en el regalo de una vida nueva”.

Para finalizar, el sacerdote hizo una invitación a todos los familiares y a todos aquellos quienes han perdido a alguien en este último tiempo: “Pensemos hoy día en cada uno de nuestros familiares y amigos, están en la casa de Dios, junto a Él, están en la casa del cielo que Él ha preparado para nosotros, sintamos que esta presencia real, viva de Jesucristo resucitado es la que hoy nos anima y nos consuela en estos momentos. Vuelvo a insistir, quedemos con esta frase Dios está con nosotros”.

Al concluir la celebración el Vicario de Curicó hizo oración y bendijo las imágenes proyectadas con los rostros de los fallecidos durante esta pandemia, “con la esperanza de que ellos se han dormido en la paz de Cristo”.