En una celebración con aforo reducido, pero en un ambiente lleno de júbilo, Mons. Galo Fernández asumió este jueves 27 de mayo como obispo titular de la Diócesis San Agustín de Talca, en presencia del Nuncio Apostólico Mons. Alberto Ortega Martín.

Desde las 11:30 horas inició la transmisión de la previa a la Toma de Posesión por las redes sociales de la diócesis, Facebook y Youtube, y también por las señales de Radio Chilena del Maule y Radio Familia. En esta primera parte se mostraron algunos videos con saludos para nuestro pastor y se habló sobre los momentos que se vivirían en la celebración. Ya una vez iniciada la Toma de Posesión, el obispo hizo entrada al templo catedral junto a su madre y a sus hermanos, donde fue recibido por el padre Nelson Chávez, Vicario General de la diócesis, quien le entregó un crucifijo para que monseñor Fernández lo besara.

Los ritos iniciales
Una vez revestido el obispo Galo Fernández, junto al Nuncio y los vicarios de nuestra diócesis hicieron la procesión de entrada, en este punto el Nuncio quien preside la celebración se ubicó en la cátedra hasta las lecturas de las letras. Terminada la lectura de la bula papal, el obispo Galo Fernández hizo toma de posesión de la cátedra, que será su lugar de asiento como obispo de Talca, allí recibió el báculo y agradeció al Nuncio.

Desde ese momento, se inició la celebración Eucarística con las lecturas del día y luego monseñor Galo Fernández realizó su primera prédica como obispo titular de la Diócesis de Talca, agradeciendo primeramente la presencia de quienes pudieron acompañarlo en este día y de quienes seguían la transmisión por los medios digitales.

Seguidamente continuó su recorrido y esparció agua bendita a los presentes, para luego dirigirse hasta la capilla del Santísimo Sacramento y rezar en un momento de silencio. Ya terminado el momento de oración personal, el obispo hizo juramento de fidelidad y se dirigió hasta la sacristía para revestirse.

Hermanas y hermanos en Cristo
“Agradezco inmensamente a quienes se unen a esta celebración, todos los fieles de esta hermosa Iglesia de Talca, en la cual he sido llamado a servir como padre y pastor, tantos hermanos y hermanas en Cristo, ese es el primer título que nos vincula, hermanos y hermanas que me han ayudado a querer, admirar, y estar dichoso de asumir este oficio en la Iglesia de Talca”.

“En la persona del señor Nuncio quiero expresar el afecto y la comunión con el Papa Francisco que me ha llamado a este servicio y quien también me inspira con su ejemplo y su palabra a un estilo pastoral marcado por la sencillez, la donación de sí mismo y la cercanía con todo el pueblo de Dios, especialmente los más vulnerables. Un modo de ejercer el ministerio episcopal, alejado de la pomposidad, la burocracia y la búsqueda de privilegios, en que lamentablemente tantas veces se ha desvirtuado este ministerio apostólico”.

Así mismo, monseñor Fernández expresó que desea reflejar en su vida esos rasgos que el Papa Francisco ha descrito como un pastor con olor a oveja, y también recordó a su padre y junto con él a monseñor Carlos González Cruchaga.

“Junto a la presencia de mi madre y mis hermanos, me permito hacer especial memoria de mi padre fallecido ya hace 33 años y con él don Carlos González, que fue para él un padre y formador en el seguimiento de Jesús. En ambos reconozco la brisa suave del Espíritu que ha conducido mi vida y me ha llamado a esta vocación. En ellos quiero dar gracias a Dios por tantos, hombres y mujeres que han contribuido con su testimonio y su palabra en el encuentro más fascinante que ha modelado mi vida”.

Humilde servidor
Por otra parte, nuestro pastor aseveró que está llamado a cuidar como un buen pastor la comunión en la fe y la caridad de esta Iglesia: “Ante ustedes me presento como un humilde servidor. Es cierto que el oficio que el Papa me confiere me otorga potestad en muchas materias. Pero no se trata de un poder para disponer en beneficio propio. Por el contrario, se me confiere un mandato, o, mejor dicho, se me encarga la responsabilidad de velar por el bien de esta gran comunidad.”

“Cuando pienso en la extensión y la diversidad de esta Iglesia, cuando considero la variedad de aspectos que debo atender con celo y prontitud llego a pensar que este día no es tanto la ocasión en que el Obispo toma posesión de la diócesis, sino mucho más, es el momento en que esta comunidad eclesial toma posesión de mi persona, de mi tiempo y mis energías, para que sea en todo momento su Padre y Pastor”.

En su homilía, el obispo Galo Fernández también mencionó que en los casi 3 años que lleva en la diócesis ha podido conocer “la belleza y la fortaleza de esta Iglesia precisamente cuando se han manifestado sus heridas y pecados”, refiriéndose a los abusos de poder y autoridad, y a los abusos sexuales.

“Junto a toda la Iglesia hemos asumido un fuerte compromiso para velar por que estos hechos no se repitan nunca más. Esta es una tarea que nos compete a todos y que nunca debemos olvidar. También sabemos que nos corresponde colaborar de algún modo en el proceso de sanación o reparación del mal que ya se ha causado. Es esa una tarea más delicada que requiere un inmenso respeto por quienes han sufrido como víctimas directas o indirectamente y, por los procesos personales de cada uno”.

Se refirió también a la crisis social que ha vivido el país y las limitaciones que hemos vivido por la pandemia, que ha añadido tanta soledad, dolor y pobreza, pero aseveró que “cuando más clara aparece nuestra fragilidad tanto más resplandece el tesoro que llevamos en nuestras frágiles vasijas de barro”.

El pueblo de Dios
Resaltó la necesidad de trabajar en conjunto los sacerdotes, ministros, diáconos, junto a los laicos y laicas, ya que todos somos parte del pueblo de Dios, haciendo énfasis en el ministerio enviado de mujeres.

“La decisión que ya hemos manifestado en cuanto admitir en el ministerio enviado a mujeres es una expresión de la dimensión plenamente laical de este servicio tan precisado, alejándolo de paso de cierta clerilicación con la que se le puede desvirtuar. Ciertamente es también la oportunidad para acoger, valorar y reconocer la extraordinaria contribución de las mujeres en la vida de la Iglesia. Pareciera ir en la misma línea del paso al que nos invita el Santo Padre en cuanto a constituir, también como ministerio el servicio de catequista tan esencial en la vida de la Iglesia”.

El obispo Galo Fernández, concluyó sus palabras poniendo su ministerio al amparo de María Santísima y dándose a la Iglesia de Talca somo un hulmide servidor que quiere estar para ellos.

“Me presento ante ustedes como servidor de la vida en fraternidad. Junto a los campesinos quisiera sembrar la semilla del evangelio y de ellos aprender la paciencia y la sabiduría para esperar sus frutos. Con los pescadores quisiera adentrarme en la aventura del pescador de Galilea para que nos indique cuando y dónde tirar las redes. En los barrios de las ciudades y pueblos quisiera ofrecer el mensaje del predicador de Galilea en quien Dios puso su morada entre nosotros”.

Luego con la participación de algunos agentes pastorales a través de Zoom y los pocos presentes en el templo catedral se realizó la Oración Universal, así como el ofertorio, en donde las cinco zonas de nuestra diócesis pudieron ser parte de esta celebración.

Agradecer por su servicio
Luego de la comunión, el Nuncio Apostólico, Alberto Ortega Martín, también dirigió unas palabras, agradecido por el “Sí” de monseñor Galo Fernández al asumir este servicio en la Iglesia de Talca.

“Me ha alegrado mucho compartir con ustedes esta celebración tan significativa de la toma de posesión de la diócesis del nuevo obispo, mi hermano monseñor Galo, que ya conocen bien porque ha prestado un apreciado servicio como Administrador Apostólico (…) quiero agradecerle también por su sí a aceptar el nombramiento como obispo de Talca, querido por el Santo Padre y me uno a su acción de gracias y me parece a la acción de gracias de toda la diócesis por el nombramiento del obispo que se deseaba desde hace tiempo”.

“Mi deseo para usted querido padre Galo es que lleve adelante con paz y con mucha gratitud al Señor esta misión que se le ha encomendado como pastor de la Diócesis de Talca, con mucha confianza en el Señor reconociendo que Él es nuestra fuerza y que sin Él no somos nada, como nos recuerda su lema episcopal, “Llevamos este tesoro en vasijas de barro”. Le deseo una misión llena de bendiciones teniendo como ejemplo al mismo Jesús, que es nuestro buen pastor que da la vida por sus ovejas”.

La celebración de toma de posesión culminó con el obispo orando a la Virgen María, su bendición y luego saliendo en procesión junto al Nuncio y los vicarios de nuestra diócesis, en una transmisión online marcada por las felicitaciones enviadas desde todas las zonas pastorales a nuestro nuevo obispo titular.