El pasado, viernes 08 y sábado 09 de Septiembre se realizó el Retiro Juvenil y hablamos con la coordinadora de CVJ de nuestra comunidad, María Paz Azua, Donde nos comentó que en conjunto a los demás agentes pastorales Realizaron este retiro espiritual juvenil.
Lo hicimos entre nosotros como pastoral juvenil de la iglesia la Merced, siendo los asistentes nuestros jóvenes que están en proceso de confirmación. Yo soy ligeramente nueva en ser acompañante de CVJ, comencé el año pasado, porque es primera vez que organizo un retiro, pero como no estaba sola en el proceso de preparación y realización, ya que somos siete acompañantes, El Padre Rodrigo Arriagada, Padre Pablo Gajardo y el Seminarista Ignacio Ramírez pudimos lograr preparar esta bonita jornada.
También estábamos un poco preocupados porque tenemos de primer año y segundo, por lo que las edades son variadas. Pero a pesar de eso pudimos tener momentos gratos de reflexión, donde cada uno podía compartir su opinión entre sí.
Comenzamos el viernes con una completada como inicio del retiro, con el estómago contento no hay problema en nada.
Luego de eso nos dirigimos a hacer una adoración al Santísimo utilizando cantos y, en los momentos de silencios, solo escuchábamos nuestra respiración. Destaco esto porque no es muy común que nuestros chicos, sobre todo los menores, sean capaces de mantenerse en tanta tranquilidad, demostrando que estaban disfrutando de ese momento.
Pero claro, no solo fue silencio nuestro retiro, también estuvo lleno de conversaciones entre los distintos asistentes, siendo nuestro tema principal el cómo nos presentamos ante Dios y cómo seguimos el camino que Él nos ofrece.
Hubo risas y, por mi parte, disfrute mucho verlos a todos compartiendo juntos durante los momentos y los recesos. Como dije, son un poco inquietos y mantenerlos estáticos en una silla no siempre es lo mejor, por ello les dábamos unos minutos para despejarse y luego retomar con más energía.
Durante los recesos principalmente se reunían a jugar con pelota, a «la escondida» o, para aquellos menos activos, a tomarse un tecito y seguir conversando.
El sábado culminamos nuestro retiro con misa, presentándose en ella nuestro Párroco. En esta misa adornamos la capilla con unas llamitas, que cargaban la presentación y una intención de cada uno de nuestros jóvenes.
Al terminar la jornada solo quería ir a dormir a mi casa, el cansancio de aportar mi servicio me llena el corazoncito y la felicidad de compartir mi amor a Dios con los demás me hizo renovar mi energía espiritual. Agradezco a aquellos que nos aportaron su granito de arena para realizar este retiro y a los acompañantes y animadores de la Comunidad de Vida Juvenil de la iglesia la Merced
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