En una misa celebrada el sábado 9 de marzo, el padre Luis Alarcón Escárate fue recibido con mucho cariño en esta comunidad parroquial. Además, asumió como Vicario Episcopal de Curicó Ciudad y Curicó Rural.
La eucaristía fue presidida por el obispo de Talca, padre Galo Fernández Villaseca, quien comenzó la homilía agradeciendo la disponibilidad del padre Luis Alarcón y del padre Rodrigo Arriagada: “Ambos me han dado mucha libertad en esta decisión que como obispo me toca tomar, que siempre tiene algo de incómodo. Han mostrado la categoría de su experiencia de fe y entrega generosa a la obra de la Iglesia”.
A partir de las lecturas de ese día, nuestro pastor aseveró que “nuestra historia está siempre entre la crisis y el renacer, entre enfrentar la prueba y enfrentar nuevas primaveras. Nuestra historia de Iglesia tiene mucho de eso, los últimos años no han sido fáciles para la Iglesia en Chile y en el mundo. Sin embargo, Dios abre nuevos caminos y nos invita a gestar nuevas historias de fe, amor y fidelidad porque es rico en misericordia. Quizás ese es el rasgo de nuestro caminar como Iglesia, la esperanza y confianza en el amor de Dios que no defrauda”.
“Querido padre Luis, he tenido el privilegio de compartir contigo estos años y veo con claridad que tienes la pasión por el amor y el servicio a la obra de Dios; amor a los más pobres, a los que son víctima de injusticia en el mundo, y un amor inmenso a la comunidad cristiana”, expresó el padre Galo.
Tras las palabras del obispo, al nuevo párroco se le entregaron las llaves del templo, se persignó con agua de la pila bautismal, se sentó en un confesionario, besó el altar y ocupó el lugar de la sede de la parroquia.
Luego del momento de la comunión, intervino el padre Rodrigo Arriagada quien agradeció el cariño expresado por tantas personas en los siete años que estuvo sirviendo a la comunidad curicana.
n tanto, el padre Luis Alarcón expresó que era un día importante para crecer en la vida cristiana. “En el seminario aprendí que había que ser discípulo, siervo y hombre de comunión. Esa es la actitud que yo espero aprendamos juntos. El discípulo es el profeta, es discípulo porque siempre tiene que escuchar a Dios, el profeta no es un advino, es alguien que escucha a su comunidad, escucha lo que sucede en la realidad y se deja interpelar por la Palabra de Dios”.
“El servidor es la palabra que Jesús usa siempre porque él dice: No he venido a ser servido sino a servir. Es un rey que habla de cercanía. El hombre de comunión es cuando el sacerdote logra crear lazos de unidad entre los hombres y entre los hombres con Dios. Esa es la verdadera dimensión que debemos ir cultivando”.
El nuevo Vicario de Curicó dio gracias por la presencia de todos, en especial de las personas de las diferentes comunidades de la parroquia Los Doce Apóstoles que llegaron a despedirlo.